Dispuestos a Oír la Voz de Dios
Cada creyente en Cristo, cualquiera que sea su conocimiento de las Escrituras o el grado de su madurez espiritual, debe ser pronto para oír, tardo para hablar.
Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira.
─ Santiago 1:19
En la sociedad actual, la gente lenta no son admiradas. Las personas que pueden pensar rápido y actuar con rapidez son los que lllaman la atención. El problema es que aquellos que piensan con rapidez son lentos para oír.
Santiago dice lo contrario de esas características cuando dijo que seamos “pronto para oír, tardo para hablar” (Santiago 1:19).
Es importante escuchar la voz de Dios a través de las Escrituras
¿Por qué es que nos resulta tan difícil de escuchar, pero somos tan rápidos para hablar? Una razón es que creemos que podemos ayudar a los demás cuando le ofrecemos respuestas, opiniones y orientación, todos los cuales implican hablar. Sentimos que si sólo estamos escuchando, no estamos haciendo nada por la otra persona.
El que responde antes de escuchar, le es necedad y vergüenza.
─ Proverbios 18:13
El escuchar atentamente es una forma de ayudar a alguien que puede ser consolado en tiempo de angustia. No siempre somos capaces de ofrecer soluciones a las personas por sus problemas, a veces sólo escuchando a ellos podemos darles esperanza.
Sobre todo, es una forma de amar a los demás. No es la cantidad de palabras que dices, pero cuánto te preocupas por alguien que trae el mayor consuelo.
Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe.
─ Gálatas 6:10
Y puesto que estamos enfocados ahora mismo en el tema de escuchar, ¿cómo escuchamos la Palabra de Dios? ¿Escuchamos la Palabra de Dios de una manera digna? ¿Somos sinceros al tratar de aprender y obedecer la Palabra de Dios?
Escuchar la voz de Dios nos bendice
La Palabra de Dios no puede funcionar en nuestras vidas a menos que la recibamos de la manera correcta. Jesús no solo dijo: “Cuídense de lo que oigan” (Marcos 4:24), pero también dijo: “tengan cuidado de cómo oyen” (Lucas 8:18).
Hay demasiadas personas en esa condición trágica en la que “oyendo no oyen ni entienden” (Mateo 13:13). Y tú, ¿eres un buen oyente?
Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca.
─ Mateo 7:24
En este versículo Jesús explica que una persona verdaderamente sabia es la que pone sus palabras en práctica, probando que la fe en la obra terminada de Cristo en la cruz es una fe genuina. ¿Estás escuchando al Señor hoy?
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2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.
El tema de este artículo es sobre la importancia de escuchar la voz de Dios a través de las Escrituras y las circunstancias de la vida.
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