Qué Hacer Cuando la Soledad Te Abruma
Todos estamos familiarizados con la soledad porque es una consecuencia ineludible de la caída. La realidad: No estamos solos, Dios está con nosotros en todo momento.
No hay ninguna etapa de la vida que es inmune al miedo a la soledad. El alumno nervioso teme la soledad debido a la falta de lo familiar. La persona soltera teme una vida de soledad sin un cónyuge.
La nueva madre teme que nadie entenderá sus luchas. La pareja que se ha mudado a una nueva ciudad teme que no van a encontrar amigos. La soledad nos afecta a todos y a menudo vivimos en el temor de que nuestra soledad va a durar el resto de nuestra vida.
Debemos confiar en Dios en todo momento
Cuando decidimos complacer nuestra carne y permanecer temerosos acerca de la posibilidad de un futuro lleno de soledad, estamos en rebelión contra Dios. Estamos ignorando la orden de Filipenses 4:6 ─ “por nada estén inquietos” ─ y haciendo esto dejamos de lado el nuevo espíritu que Dios nos ha dado.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
─ 2 Timoteo 1:7
Debemos enfrentar la verdad de que nuestro miedo es debido a nuestra propia incredulidad y desobediencia. Una incredulidad en las verdades de las Escrituras y una creencia en las mentiras de Satanás.
Debido a nuestra desobediencia, fallamos a confiar en las promesas de Dios, y en cambio obedecemos los temores y sentimientos de nuestra carne. Con el fin de tener libertad del temor, debemos identificar y oponernos a las mentiras que nos hacen vivir con temor.
Jesucristo nunca nos dejará solos
La primera mentira que creemos es que estamos solos. Cuando estamos cegados por el miedo, se siente como si estamos viviendo una vida solitaria. Nos sentimos aislados y vivimos basados en nuestros sentimientos, en vez de lo que la Escritura declara que es verdad.
...porque Dios ha dicho: “Nunca te dejaré ni te abandonaré.” Así que podemos decir con confianza: “El Señor es mi ayuda; no temeré...”
─ Hebreos 13:5b,6a
Si procuramos de examinar lo que es real en nuestra vida, somos capaces de ver que Dios nos ha proporcionado amablemente con hermanos en nuestra iglesia local que nos animarán y con su Espíritu para ayudarnos en la lucha contra la soledad.
Podemos hablar con nuestros amigos, pastores y hermanos de la iglesia que nos animarán y edificarán en Cristo. Tener comunión con un grupo de creyentes sinceros nos protege de los peligros del aislamiento.
La experiencia de la soledad no debe ser temida
Cuando participamos activamente en nuestra iglesia local, a través de la asistencia regular, el servicio fiel y el discipulado, nunca estaremos solos. El Señor mismo se asegura de que Sus hijos nunca están solos. Cada miembro de la Trinidad ha sido prometido a los creyentes por toda la eternidad.
Sean firmes y valientes, no teman ni tengan miedo ante ellos, porque el Señor tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.
─ Deuteronomio 31:6
Jesucristo hizo la siguiente promesa a Sus discípulos: “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20). También les prometió con respecto al Espíritu Santo: “Entonces Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Consolador (Intercesor) para que esté con ustedes para siempre; es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni Lo ve ni Lo conoce, pero ustedes sí Lo conocen porque mora con ustedes y estará en ustedes” (Juan 14:16,17).
No hay mayor fuente de satisfacción y alegría que la presencia del Señor en tu vida. Aunque Dios nos ha dado la bendición de tener hermanos en Cristo, Él siempre será el Compañero más verdadero y fiel que podemos tener.
Dios, quién no puede mentir (Tito 1:2), se ha declarado ser suficiente para nosotros en todos los sentidos y es capaz de satisfacer todas nuestras necesidades.
Sentiremos el temor de la soledad si dudamos de la bondad de Dios
Cuando nos sentimos solos o estamos preocupados con el miedo a la soledad inminente, no estamos confiando que Dios es quien dice ser. Sentiremos el miedo a la soledad mientras dudemos de Él como la única fuente confiable para todo lo que necesitamos.
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor.
─ 1 Juan 4:18
Cuando dejamos erróneamente que nuestros sentimientos de soledad ocupen el lugar de Sus promesas, creamos y profundizamos la desesperación solitaria que nos puede arruinar. Sentir la presencia de Dios en nuestra vida siempre nos librará de la soledad.
Nuestro amoroso Padre celestial puede escuchar el susurro más débil de un corazón solitario y triste. Dios hará cualquier cosa para consolar a Sus hijos. De hecho, ha llegado al extremo de ofrecerse a Sí mismo en la cruz, y dado que no retuvo a Su único Hijo, nos dará la ayuda que necesitamos.
El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con Él todas las cosas?
─ Romanos 8:32
Cristo nos ama con un amor eterno y perfecto. Nos ha salvado, nos ha dado hermanos en la fe y nos ha prometido que estaremos en Su presencia por la eternidad. Para el cristiano, las promesas que se encuentran en la Palabra de Dios son motivo de gran alegría.
Cuando confiamos y fielmente creemos en Sus promesas, entonces podremos experimentar la libertad, la paz y la alegría que aportan a cada circunstancia en nuestra vida. Confía en Dios y encontrarás el consuelo y la ayuda que necesitas.
Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu.
─ Salmos 34:18
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Nunca subestimes el poder de Satanás, y nunca subestimes su habilidad para engañarnos y hacernos pensar que no hay que temerle. De hecho, ¡incluso engaña a algunas personas a pensar que no existe!
2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.
El tema de este artículo es la soledad y cómo podemos lidiar con ella de una manera bíblica.
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