La Grandeza de la Misericordia de Dios
La misericordia de Dios fluye de Su bondad. Como atributo divino, la bondad es una descripción del carácter esencial de Dios.
Una dificultad recurrente en nuestra vida cotidiana es cuando nos concentramos tanto en lo que necesitamos en el momento que olvidamos lo que ya tenemos.
Me acordé de eso cuando el coro de nuestra iglesia cantó un hermoso himno basado en el Salmo 103. “Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser Su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de Sus beneficios” (Salmos 103:1-2).
La bondad de Dios nos renueva
El Señor es nuestro perdonador, sanador, redentor, proveedor y Aquel que nos satisface y nos renueva. ¿Cómo es posible olvidar todo eso?
El Señor perdona todas tus maldades, y sana todas tus dolencias. El Señor te rescata de la muerte, y te colma de favores y de Su misericordia.
─ Salmos 103:3-4
Sin embargo, a menudo nos olvidamos de las muchas bendiciones que el Señor nos da cuando los eventos de la vida cotidiana desvían nuestra atención hacia necesidades urgentes, fracasos recurrentes y circunstancias que parecen estar fuera de control.
Nunca debemos olvidar la bondad de Dios
Los seres humanos son seres olvidadizos, y la Biblia está repleta de advertencias para “recordar” o, en el formato inverso, “no olvidar.” Nunca debemos olvidar la bondad de Dios. Y por eso David advierte que no debemos “olvidarnos de todos Sus beneficios” (Salmos 103:2).
El Señor te sacia con los mejores alimentos para que renueves tus fuerzas, como el águila. El Señor imparte justicia y defiende a todos los que sufren por la violencia.
─ Salmos 103:5-6
Aquellos que andan con el Señor y son beneficiarios de Su gracia, aunque envejezcan, poseerán, no obstante, un espíritu de vigor juvenil, disfrutarán de sus vidas y alabarán a Dios por Su bondad.
En nuestro caminar de fe, llegamos a Jesucristo humillados por nuestra indignidad de ser Su seguidor perdonado. No sentimos ningún derecho a recibir Su perdón de nuestros pecados.
La misericordia del Señor es desde la eternidad
A medida que pasamos tiempo en la Palabra de Dios y aprendemos más acerca de los atributos de nuestro Padre celestial, nos sentimos abrumados por Su amor hacia nosotros. Recordamos Sus asombrosos beneficios que nos ha otorgado.
Compasivo y clemente es el Señor, lento para la ira y grande en misericordia ... No nos ha tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades ... la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen...
─ Salmos 103:8,10,17
Padre celestial, ayúdanos a considerar todas las bendiciones que tenemos en Ti. Concédenos la capacidad de ver Tu provisión para nosotros y ayúdanos a recordar todos los beneficios que nos has brindado. Te damos toda la gloria, en el nombre de Jesús, amén.
Dentro de la fe cristiana, hay una gran confusión con respecto a lo que sucede después de la muerte. ¿Qué es lo que la Biblia dice exactamente que sucede después de la muerte?
2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.
El tema de este artículo es acerca de la gran misericordia que Dios nos muestra a través de Su gracia que Él nos da en Jesucristo.
Todos los derechos reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario