El Creciente Problema de la Soledad

El Creciente Problema de la Soledad

Cualquiera que sea la causa de la soledad, para el cristiano el remedio es siempre el mismo; la comunión consoladora de Jesucristo.

Es a la vez irónico y trágico que en una época en la que estamos más conectados tecnológicamente que nunca, también vemos algunas de las tasas más altas de soledad registradas en la historia.

Es extraño que la tecnología pueda cambiar la forma en la que vivimos, pero lo ha hecho, y lo sigue haciendo. Somos criaturas físicas, y nuestro entorno no solo nos rodea. Somos parte de él, y él es parte de nosotros.

Algo de nuestro medio ambiente y, por lo tanto, de nosotros, ha cambiado en los últimos años. Pasamos menos tiempo conversando durante las comidas, participamos con menos frecuencia en actividades recreativas que fomentan la interacción social informal.

La soledad parece estar aumentando entre todas las edades

También pasamos más tiempo mirando (aunque a veces se haga en presencia de otros) y menos tiempo haciendo. Conocemos menos a nuestros vecinos, y a nuestros viejos amigos no los vemos tan seguido.

Cuando hay más aislamiento, es decir, menos conexión social, hay más soledad. Un par de encuestas recientes resaltan la omnipresencia de la soledad en el mundo occidental.

Esta última encuesta halló que el 22 por ciento de los adultos en los Estados Unidos a menudo se sienten solos, carecen de compañía o se sienten excluidos.

Según los expertos, los jóvenes son más propensos a sentirse solos que las personas mayores, y la soledad parece estar aumentando entre todos. Varios estudios han relacionado la soledad con la mala salud y con un mayor riesgo de muerte.

¿Qué es lo que ha causado nuestra soledad?

No podemos señalar a una sola cosa, porque el problema es complejo, pero también sugiere algunos factores que contribuyen, como la tecnología. Sin embargo, la tecnología, como el Internet inalámbrico, de alguna manera ha traído más conectividad.

Las redes sociales, por ejemplo, han permitido que mucha gente se vuelva a conectar. No obstante, al mismo tiempo, las redes sociales no pueden ofrecer el mismo nivel de involucramiento que la presencia personal.

También podríamos apuntar a los cambios sociales y religiosos ocurridos durante el siglo pasado. Además, también podemos reconocer el creciente número de estadounidenses que se han desvinculado de la religión organizada.

Recuerda que Dios está cerca de los quebrantados de corazón

La soledad está en todas partes hoy. Los estudios lo dejan claro. Así que ¿cómo deberíamos vivir? Como cristianos, estamos llamados a seguir el ejemplo de Jesucristo y vendar a los quebrantados de corazón.

El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque me ha ungido el Señor para traer buenas nuevas a los afligidos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros.
─ Isaías 61:1

Las personas solitarias suelen ser fáciles de detectar porque se sientan solas en la iglesia y no hablan con nadie. Si estás solo y aislado, recuerda que Dios está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los abatidos de espíritu.

Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu.
─ Salmos 34:18

El cristiano nunca está realmente solo, porque Dios está con él. En una era solitaria y aislada, tenemos la gran oportunidad de reflejar la luz de Jesús en nuestro mundo, especialmente con tanta gente solitaria a nuestro alrededor que necesita saber y sentir que Dios los ama.

No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.
─ Filipenses 2:3-4

¿Y qué otra solución tiene la soledad que no sea el amor de Cristo? Él nos ha dado Su Espíritu para que viva dentro de nosotros, para enseñarnos y consolarnos. Ningún creyente en Cristo está solo. ALELUYA.

Entonces Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Consolador para que esté con ustedes para siempre; es decir, el Espíritu de verdad...
─ Juan 14:16-17

Por muy dolorosa que pueda ser la soledad, los cristianos deben recordar que si se sienten abandonados, “el Señor me mantendrá cerca” (Salmos 27:10).




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El pecado que mora en nosotros aún (Romanos 7) está en constante batalla contra el Espíritu que también mora en nosotros desde el nuevo nacimiento. Si Cristo murió por nuestros pecados y hemos sido liberados del poder del pecado, ¿por qué seguimos cayendo?

2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.

El tema de este artículo se trata del creciente problema de la soledad en el mundo, incluso entre los creyentes.


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