Dios Provee Nuestras Necesidades
Nuestro Padre celestial ha prometido darnos cosas buenas que proveerán lo que necesitamos.
Dios no quiere que lo veamos solo como una fuente celestial de posesiones materiales; el adquirir cosas no es el objetivo fundamental de esta vida.
Como cualquier buen padre, Dios nunca nos dará lo que Él sabe que podría hacernos daño. Su intención es ayudarnos a desarrollar una imagen como la de Cristo Jesús.
Dios distingue entre nuestras necesidades y lo que queremos, porque Él sabe que donde esté nuestro tesoro, allí también estará nuestro corazón (Mateo 6:21).
También les dijo: “Estén atentos y cuídense de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes.”
─ Luke 12:15
Una necesidad humana universal es el amor. A través de la fe en Jesús, hemos sido adoptados como hijos amados del Padre celestial. Pero antes de que esto podría llevarse a cabo, la justicia de Dios tenía que ser satisfecha.
Dios quiere darte tu mayor necesidad
Todos nacimos con una naturaleza pecaminosa, una que es contraria al Señor. Debido al gran amor del Padre, Él envió a Jesús para tomar nuestro lugar y la experiencia de juicio por nuestros pecados.
A causa de Su profunda compasión por nosotros, Jesús sufrió y murió voluntariamente para que podamos formar parte de la familia de Dios y experimentar Su gran amor por nosotros.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquél que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). A través de nuestra relación con Él, esta necesidad de amor se cumple plenamente.
De hecho, por medio de la salvación, nuestro Padre nos ha proporcionado además otras dos necesidades básicas: compañerismo y seguridad.
Cuando aceptamos la oferta del perdón de Dios, el Espíritu Santo viene a vivir dentro de nosotros, cumpliendo con la promesa de Jesús de que Él nunca nos dejaría.
“Sea el carácter de ustedes sin avaricia, contentos con lo que tienen, porque Él mismo ha dicho: 'Nunca te dejaré ni te abandonaré'” (Hebreos 13:5). Los creyentes pueden estar contentos en cualquier situación debido a esta promesa.
Esta nueva relación también es permanente. Lo que Jesús logró en la cruz fue plenamente aceptado por Dios como pago por nuestros pecados. Además, Cristo mismo prometió que nadie nos puede arrebatar de Su mano.
Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y me siguen. Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano.
─ Juan 10:28
Por lo tanto, podemos estar seguros en el conocimiento de que somos hijos de Dios para siempre. Esa es una verdadera seguridad. Nuestra necesidad de amor, seguridad y compañerismo se satisface en una relación íntima con el Señor.
Dios sabe lo que necesitamos
La Biblia nos asegura que nuestro Padre celestial conoce todas nuestras necesidades, aun antes de que le pidamos. El Señor está dispuesto a ayudarnos según Su voluntad.
...porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan.
─ Mateo 6:8
También podemos estar seguros de que Él nos suplirá “conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” Los recursos de Dios son ilimitados y están disponibles para nosotros cuando vivimos conforme a Su voluntad.
¿Has confiado en Cristo para que puedas ser adoptado permanentemente en la familia de Dios? Si no, ¡hazlo hoy!
Por nada estén inquietos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios.
─ Filipenses 4:6
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2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.
El tema de este artículo es sobre el hecho de que Dios quiere proveer tus necesidades, incluyendo la más importante: el perdón de tus pecados.
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