La Apostasía Sigue Creciendo Dentro de la Iglesia
Hoy en día es fundamental que los cristianos aprendan a reconocer la apostasía y a los líderes apóstatas.
Ahora más que nunca, es importante que cada creyente ora por discernimiento, combata la apostasía y contienda ardientemente por la fe que ha sido entregada una vez por todas a los Santos.
La palabra “apostasía” en griego significa, significa “un desafío de un sistema establecido o de la autoridad; una rebelión; un abandono o abuso de fe.”
Es crítico que todos los cristianos entiendan dos cosas importantes: (1) Cómo reconocer la apostasía y maestros apóstatas; y (2) por qué la enseñanza apóstata es tan letal.
El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, mediante la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia.
─ 1 Timoteo 4:1-2
Todos conocemos a personas que se han alejado de su compromiso con Dios después de hacer una profesión de fe y, al menos por lo que podemos ver, nunca han vuelto a su compromiso.
Este alejamiento de la fe es la definición misma de la apostasía, y ha sido un problema durante mucho tiempo. Claramente, es posible para aquellas personas que profesan ser cristianos puedan abandonar al Señor.
Alguien que parece haber negado a Jesús no necesariamente ha caído de forma permanente. Tal como todos conocemos a gente que al parecer nunca regresaron a Cristo, todos nosotros también hemos conocido personas que fueron restauradas a la fe después de caer por un tiempo.
Muchos que viven en apostasía no conocen las doctrinas básicas de la Biblia
Pedro es quizás el ejemplo más conocido del nuevo testamento de este fenómeno (Juan 18:15-27; 21:15-19). Cuando nos fijamos en el antiguo testamento, vemos que pasaron muchos meses antes de que David se arrepintió por sus pecados de asesinato y adulterio (2 Samuel 11:1-12:15a).
Ambos individuos demuestran cómo una persona que parece haber caído no puede haber en realidad convertirse en un apóstata. Recuerde que muchas personas afirman ser salvas sin ser realmente uno de los seguidores del Señor.
Ellos salieron de nosotros, pero no eran de nosotros. Si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron para que fuera evidente que no todos son de nosotros.
─ 1 Juan 2:19
Sólo Dios puede verdaderamente conocer el corazón de cada persona. Algunas personas profesan la fe falsa. Otros que parecen haber caído eventualmente serán restaurados.
Al regreso de Jesús es probable que haya algunas sorpresas cuando veamos quien realmente confió en Él y quien no.
No todo el que Me dice: ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos. Muchos Me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros?’ Entonces les declararé: ‘Jamás los conocí; apártense de mí, los que practican la iniquidad.’
─ Mateo 7:21-23
Ya que no podemos conocer los corazones de los demás, debemos de orar por aquellos que parecen ser apóstatas, pidiéndole al Señor que obre en sus corazones y traerlos de vuelta a Sí mismo.
Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador.
─ 1 Timoteo 2:1-3
El mensaje está claro. Todos debemos estar en guardia espiritualmente. Cuídate para no caer en el engaño, mántente orando y velando. Todo debe ser probado por la Palabra de Dios.
Si una doctrina no se ajusta a las Escrituras, debe ser rechazada, sin importar quién la está enseñando. Sigue predicando la verdad. Cumple con la obra de evangelista sin desviarte del camino.
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2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.
El tema de este artículo es acerca de la creciente apostasía en las iglesias actuales alrededor del mundo y los maestros apóstatas que abundan en esas iglesias.
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