Podemos Alabar a Dios por Su Fidelidad

Podemos Alabar a Dios por Su Fidelidad

La fidelidad de Dios es fundamental para nuestra fe: si no podemos confiar en lo que Él dice en la Biblia, no tenemos motivos para creer.

Nuestra fe es significativa y nuestra eternidad está segura en Cristo porque Dios, a través de Su amor, siempre cumple Sus promesas. El rey David dijo lo siguiente: “Porque Tu amor y bondad son para mí mejor que la vida misma! ¡Cuánto te alabo!” (Salmos 63:3).

La fidelidad de Dios no depende de nuestra fidelidad (Romanos 3:3; 2 Timoteo 2:13). No siempre somos fieles a Dios. Sin embargo, el Señor permanece fiel a Sus promesas, sin importar cuántas veces le fallamos.

La fidelidad de Dios es eterna

El apóstol Pablo atravesó muchas veces la experiencia de ser liberado por Dios, pero no insistió en que las cosas se hicieran como él quería. Desde la prisión en Roma, le escribió a Timoteo las siguientes palabras:

Porque yo ya estoy para ser derramado como una ofrenda de libación, y el tiempo de mi partida ha llegado.
─ 2 Timoteo 4:6

Alguien podría decir que Pablo no logró sus metas y que estaba terminando su vida derrotado. Pero él lo veía de otro modo: “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7). Tenía la mirada puesta en el futuro, en la corona eterna.

En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman Su venida.
─ 2 Timoteo 4:8

A medida que caminamos con Dios por fe, podemos alabarle por Su fidelidad. La fe es un regalo de Dios, pero incluso un regalo debe abrirse para ser disfrutado. A medida que aplicamos nuestra fe, comenzamos a darnos cuenta cada vez más sobre la fidelidad de Dios hacia nosotros.

La fidelidad del Señor nos fortalece y nos protege del mal

La fe es un regalo, pero incluso un regalo debe abrirse para disfrutarlo. A medida que practicamos nuestra fe, comenzamos a darnos cuenta cada vez más de que Dios es confiable, santo, constante y leal. No se aparta de lo que Él es. Nunca.

Reconoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios, el Dios fiel, que guarda Su pacto y Su misericordia hasta mil generaciones con aquellos que lo aman y guardan Sus mandamientos.
─ Deuteronomio 7:9



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Todos enfrentamos tormentas en la vida, momentos de sufrimiento, dolor o pérdida. Sólo en la Palabra de Dios podemos encontrar respuestas en tiempos difíciles.

2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.

El tema de este artículo es acerca de adorar a Dios por Su fidelidad hacia nosotros, incluso cuando sufrimos momentos de dolor.


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