Entre el Pasado y el Futuro

Dios está interesado en todo lo que hacemos, tanto ahora como para siempre, porque Él nos ama y se preocupa profundamente de nosotros.

Cuando pensamos en lo que Dios ha hecho para nosotros en el pasado, podemos avanzar con confianza hacia el futuro. Este fue el caso para el pueblo de Israel, mientras iban desde Egipto a la tierra que Dios prometió darles.

En el último capítulo de Génesis, leemos que cuando José estaba muriendo, hizo jurar a los hijos de Israel que llevaran sus huesos a la tierra que Dios había prometido a Abraham (Génesis 50:24-26).

Más de 300 años después, Moisés llevó consigo los huesos de José cuando los israelitas salieron de Egipto (Éxodo 13:19). Durante los próximos 40 años la gente llevó el arca con las tablas de la ley y el ataúd con los restos de José. Los huesos sirvieron como un recordatorio de su pasado.

El arca señaló su futuro, ya que las tablas de la ley anticipaba la relación que iban a tener con el Señor. El arca y el ataúd eran recordatorios de que el Dios que los conducía hacia adelante había estado obrando en su pasado.

Hoy en día, nosotros como pueblo de Dios, podemos tener esta misma perspectiva cuando nos reunimos para celebrar la Cena del Señor. Recordamos con seguridad de que Jesús murió por nosotros...

Porque Dios no envió a Su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. ─ Juan 3:17

...y esperamos con confianza Su regreso.

En la casa de Mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, se lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para ustedes. Y si me voy y les preparo un lugar, vendré otra vez y los tomaré adonde Yo voy; para que donde Yo esté, allí estén ustedes también. ─ Juan 14:2-3

La vida es tan transitoria y pasajera, por lo tanto, es ridículo hacer nuestros propios planes sin tomar en cuenta primero a Dios. ¡Él debería ser la parte más importante en nuestra agenda de asuntos por hacer!

Cristo nos da ánimo para el presente y esperanza para el futuro. Esta esperanza viviente nos anima ya que vivimos cada día para Él.

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