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El Poder de Dios Para Sanarnos Espiritual y Físicamente
Cada milagro que Jesús realizó fue con un propósito. Sus milagros nos muestran que Dios es real, que Dios nos ama y que Dios quiere sanar y restaurarnos para que podamos tener una vida abundante en Cristo.
Un día Pedro y Juan fueron al templo a orar. Junto a la puerta del templo estaba sentado un pobre lisiado que, desde su nacimiento, nunca había caminado. Ahora era un hombre adulto, más de cuarenta años de edad, y todas las mañanas sus amigos lo llevaban al lugar donde estaba sentado junto a la puerta del templo mendigando dinero. Él creía que cuando las personas que entran en el templo le vieran, se compadecerían de él y le darían dinero.
Cuando el mendigo vio a Pedro y a Juan que iban á entrar en el templo, les pidió dinero. Viendo su condición lamentable, Pedro le dijo al hombre: “...'¡Míranos!' Él los miró atentamente, esperando recibir algo de ellos. Pero Pedro le dijo: 'No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda!'” (Hechos 3:4b-6)
Con estas palabras Pedro tomó al hombre sorprendido por su mano derecha y lo levantó, “...al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza, y de un salto se puso en pie y andaba. Entró al templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios.” (Hechos 3:7b,8)
El mendigo está de pie por primera vez en su vida. Estaba muy contento que había sido curado y en alta voz cantó canciones de alabanza a Dios. Él disfruta su nueva libertad caminando alrededor del templo; entonces, realiza que ha sido tocado por el poder de Dios.
Todo el pueblo lo vio andar y alabar a Dios, y reconocieron que era el mismo que se sentaba a la puerta del templo, la Hermosa, a pedir limosna, y se llenaron de asombro y admiración por lo que le había sucedido. ─ Hechos 3:9,10
Pronto una multitud se congregó alrededor de los tres hombres. “¿Por qué les sorprende esto?” dijo Pedro. “Es por la fe en Jesús que este hombre se ha fortalecido.” Estas y más palabras Pedro habló seriamente a la multitud y muchos de la multitud creyeron en Jesús y fueron salvados.
Al igual que Pedro, siempre debemos estar dispuestos a ayudar a los necesitados, y cuando ayudamos a las personas necesitadas, es muy importante que nosotros les hablemos acerca de Jesús, la verdadera fuente de la curación.
¿Deberíamos esperar tales milagros hoy? ¡Sí! No debemos sorprendernos si oímos informes de milagros; Jesús todavía está presente a través del Espíritu Santo en la iglesia.
Sáname, oh Señor, y seré sanado; Sálvame y seré salvado, porque Tú eres mi alabanza. ─ Jeremías 17:14
Hay muchas personas que afirman ser cristianas, pero niegan la plena deidad de Cristo. Ellas pueden decir que Jesús fue sólo un gran maestro o un profeta verdadero de Dios, o incluso un ser divino. ¿Qué dice la Palabra de Dios al respecto?
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