Cómo Ser un Siervo Fiel de Dios
El siervo de Dios es esa persona que está dispuesta a hacer, sin importar sus circunstancias, lo que agrada a Dios.
La Escritura a menudo se refiere a los seguidores del Señor como siervos. Debemos vivir para Dios y servir Sus objetivos, no los nuestros.
Aquí hay cuatro características de un siervo fiel de Dios:
1─Servir consistentemente en vez de descuidadamente. Como seres humanos, nosotros nunca seremos perfectos hasta que lleguemos al cielo. Sin embargo, una y otra vez, los siervos fieles demuestran un anhelo por hacer la voluntad de Dios. Su compromiso de trabajar para Él no se evapora cuando la obediencia es un inconveniente, incómodo o costoso.
Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien sirven.
─ Colosenses 3:23-24
2─Maneje su tiempo, talentos y tesoros de una manera confiable. Todo lo que un creyente tiene le pertenece al Señor. Como un siervo fiel, cada uno de nosotros debe tratar de utilizar sus posesiones, sus dones, y otros recursos de forma que honra a Dios y expandir Su reino. El siervo fiel supervisa sus compañeros de trabajo y se preocupa por sus necesidades prácticas.
Solamente teman al Señor y sírvanle en verdad con todo su corazón; pues han visto cuán grandes cosas ha hecho por ustedes.
─ 1 Samuel 12:24
3─No complazca la carne. Dios quiere que Su pueblo disfrute de la vida y Sus bendiciones. “A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos” (1 Timoteo 6:17).
Nuestro placer puede honrar al Padre, ya que un cristiano alegre es un ejemplo maravilloso para el evangelio. Sin embargo, cualquier placer que buscamos debe ser uno que Dios permite.
La clave de la fidelidad es permanecer en Cristo
El siervo malvado comienza a esperar que el maestro no regresará en absoluto. Como resultado, él se entrega a sus pasiones. Golpeando a los otros sirvientes representa el tormento de los seguidores fieles de Cristo.
Juan Gill escribió que cuando los que profesan la fe se convierten en apóstata, no sólo caen en una forma de vida de embriaguez y el libertinaje, pero a menudo son los perseguidores más violentos de los creyentes sinceros.
A veces una bendición se convierte en pecado cuando nos excedemos en ella. Por ejemplo, no hay nada de malo en disfrutar de una deliciosa comida. Sin embargo, comer en exceso es gula.
Porque el borracho y el glotón se empobrecerán, y la vagancia se vestirá de harapos.
─ Proverbios 23:21
4─Puede esperar consecuencias específicas basadas en la calidad de su servicio. Aunque Dios recompensa a menudo nuestra fidelidad aquí en la tierra, Él no quiere que nosotros contemos con recompensas temporales por nuestras buenas obras. Sin embargo, Jesús realmente animó a Sus seguidores a servir fielmente y anticipar recompensas eternas por el servicio fiel.
Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
─ Efesios 2:8-9
Servir no es algo que usted hace por Dios, es algo que Dios hace a través de usted. Este es un principio que muchos de nosotros debemos tener presente todo el tiempo, debido a que tenemos tendencia a creer que somos suficientes en nosotros mismos para la tarea.
Cuando llegamos a pensar de esa manera es cuando dejamos de servir a Dios en el Espíritu porque nos desconectamos de Él.
Debemos servir a Dios con un corazón humilde
No hay lugar para la arrogancia en el ministerio. La humildad es un rasgo importante de un siervo de Dios. Una actitud de dependencia de Dios es requerida para tener un ministerio exitoso, sabiendo que es Dios quien hace la obra por medio de nosotros y no nosotros por nuestra cuenta.
No que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios.
─ 2 Corintios 3:5
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Quizás ningún otro componente de la vida cristiana es más importante que la fe. No podemos comprarla, venderla o entregarla a nuestros amigos. Dios tiene una manera de distinguir entre los que pertenecen a Él y los que no, y se llama fe.
2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.
El tema de este artículo es acerca de lo que la Biblia nos enseña para que podamos ser fieles servidores del Señor.
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