Cómo Seguir a Cristo en Medio de las Dificultades

Cómo Seguir a Cristo en Medio de las Dificultades

Las circunstancias difíciles no deberían sorprender a ningún cristiano. La verdad es que las dificultades son una realidad inevitable en la vida de todos.

Hoy en nuestra sociedad, nos hemos alejado mucho de los valores bíblicos. La experiencia cristiana se hace cada día más difícil. Jesús mismo, habló a Sus discípulos acerca de la realidad de que todos nosotros pasaríamos por tiempos difíciles.

Les he dicho todo lo anterior para que en Mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque Yo he vencido al mundo.
─ Juan 16:33

Mientras buscamos seguir a Cristo en devoción y obediencia a Su Palabra con todo nuestro corazón, mente y voluntad, encontraremos oposición y burlas. ¿Cómo nos mantenemos fieles cuando se nos presentan desafíos y se pone a prueba nuestra devoción a Cristo?

¿Dónde encontramos ayuda para seguir a Cristo cuando no nos resulta fácil hacerlo? Afortunadamente, la Biblia habla claramente sobre esta pregunta. En el capítulo 3 del libro de Daniel nos encontramos con tres jóvenes que soportan dificultades a causa de su fe en Dios.

Soportan tiempos difíciles porque conocen y creen en el poder salvador del Dios Todopoderoso de la Biblia. Eventualmente, su fe y confianza en Él los libera de sus problemas.

3 verdades importantes acerca de Dios

Verdad #1: Sólo hay un Dios digno de nuestra adoración.
En el libro de Daniel aprendemos que el pueblo de Dios ha sido conquistado por los babilonios. Al igual que los cristianos de hoy, se encuentran viviendo en una cultura que no quiere tener nada que ver con Dios y, a menudo, se opone a Él.

El rey Nabucodonosor construye una enorme estatua de oro y exige que todo el pueblo la adore. Cualquiera que resista será echado a un horno de fuego (Daniel 3:5-6). Tres jóvenes judíos se niegan a adorar la estatua. sus nombres: Sadrac, Mesac y Abednego.

Sadrac, Mesac y Abednego le respondieron al rey Nabucodonosor ... “Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente. Y de su mano, oh rey, nos librará. Pero si no lo hace, ha de saber, oh rey, que no serviremos a sus dioses ni adoraremos la estatua de oro que ha levantado.”
─ Daniel 3:16-18

Estos tres jóvenes judíos saben que sólo hay un Dios digno de adoración. No les preocupan las amenazas de Nabucodonosor. La estatua y el rey son temporales, pero Dios es eterno. Lo que les importa es el juicio de Dios.

Este mundo tiene muchas cosas temporales a las que nos insta a inclinarnos. Popularidad, dinero, placer: Estas son las estatuas de oro de nuestro mundo actual. Sólo nuestro Padre celestial es digno de nuestra alabanza y adoración.

Verdad #2: Dios está con Su pueblo en tiempos de angustia.
Entonces, después de que Sadrac, Mesac y Abednego se negaron a adorar la estatua, Nabucodonosor calienta furiosamente el horno siete veces más de lo necesario, ata a los tres jóvenes y los arroja a las llamas. Entonces sucede algo asombroso:

Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y levantándose apresuradamente preguntó a sus altos oficiales: “¿No eran tres los hombres que echamos atados en medio del fuego?” “Así es, oh rey”, respondieron ellos. “¡Miren!”, respondió el rey. “Veo a cuatro hombres sueltos que se pasean en medio del fuego sin sufrir daño alguno, y el aspecto del cuarto es semejante al de un hijo de los dioses.”
─ Daniel 3:24-25

Esto es increíble. Es en el fuego del horno donde Sadrac, Mesac y Abednego experimentan una mayor cercanía con Dios. Y esto también puede ser cierto para nosotros en nuestras dificultades.

Nuestras dificultades nos ayudan a centrarnos en nuestra dependencia de Dios

Verdad #3: Dios puede liberar a Su pueblo.
Sadrac, Mesac y Abednego entendieron que Dios es digno de nuestra adoración. Él está con Su pueblo en tiempos de angustia. Sólo Dios puede librar a Su pueblo de cualquier peligro.

Y los sátrapas, los prefectos, los gobernadores y los altos oficiales del rey se reunieron para ver a estos hombres, cómo el fuego no había tenido efecto alguno sobre sus cuerpos, ni el cabello de sus cabezas se había chamuscado, ni sus mantos habían sufrido daño alguno, ni aun olor del fuego había quedado en ellos.
─ Daniel 3:27

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Los tres jóvenes judíos habían estado en el fuego y salieron ilesos. Esto es lo que Jesucristo promete a Sus seguidores. Pero Jesús libera a Sus seguidores de un horno mucho peor. Jesús describe el fin del mundo de esta manera:

El Hijo del Hombre enviará a Sus ángeles, y ellos quitarán del reino todo lo que produzca pecado y a todos aquellos que hagan lo malo. Y los ángeles los arrojarán al horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes.
─ Mateo 13:41-42

El infierno es un lugar de castigo por el pecado. Pero, Jesucristo murió en la cruz para pagar la pena por nuestro pecado. Entró en el horno de la ira de Dios en nuestro lugar. Y todos los que confían en Él serán salvos por toda la eternidad del infierno.

Cualesquiera que sean los sufrimientos por los que pueda pasar un discípulo de Cristo, son temporales. La vida de un cristiano está escondida con Cristo en Dios. Su alma está más allá del alcance del daño. Incluso su cuerpo será resucitado y hecho como el cuerpo glorioso de su Salvador en el último día.

En Cristo, serás sanado, restaurado y victorioso

Si crees en Cristo, puedes descansar en el hecho de que Él ha prometido con Sus palabras que no perecerás. Puedes perder muchas cosas por tu fiel servicio al Señor Jesús, pero nunca perderás tu alma.

A menudo se compara la superación de las dificultades con la perseverancia. Jesús animó a quienes lo seguían a “perseverar hasta el fin” (Mateo 24:13). Un verdadero discípulo de Cristo es aquel que soporta las pruebas de la vida por el poder del Espíritu Santo.

¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo.
─ 1 Corintios 15:57



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2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.

El tema de este artículo es sobre cómo seguir a Jesucristo incluso en medio de tus dificultades.


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