La Obediencia a Dios Nos Lleva a la Santidad
La obediencia es la verdadera prueba de nuestro amor por Cristo y a través de ella descubrimos la voluntad de Dios para nuestra vida.
La obediencia bíblica a Dios significa escuchar, confiar, someterse y entregarse a Él y a Su Palabra. Mientras que la Biblia pone un fuerte énfasis en la obediencia, es importante recordar que los creyentes no son justificados (hechos justos) por la obediencia, sino son justificados por la fe en Jesucristo.
La salvación es un regalo gratuito de Dios y no podemos hacer nada para merecerla. La verdadera obediencia cristiana fluye de un corazón de gratitud por la gracia que hemos recibido del Señor. Una y otra vez leemos en la Biblia que Dios bendice y recompensa la obediencia.
“Al contrario”, le contestó Jesús, “dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan.”
─ Lucas 11:28
Cuando el ángel Gabriel se apareció a María y luego a pastores con buenas noticias para el mundo (Lucas 1:26-27; 2:10), ¿fue una buena noticia para esta adolescente? Con el tiempo, vemos en María lo que Dios quiere de todos nosotros: nuestra obediencia fiel a El.
Quizás María estaba pensando: ¿Cómo le explico mi embarazo a mi familia? ¿Mi prometido José cancelará el compromiso matrimonial? ¿Qué dirán los vecinos? ¿Cómo sobreviviré como madre soltera?
La santidad comienza con la obediencia a Dios
Cuando José se enteró del embarazo de María, se sintió preocupado. Tenía tres opciones. Continúe con el matrimonio, divorciese de ella públicamente y permita que la desprecien públicamente, o romper el compromiso en silencio.
José escogió la opción tres, pero Dios intervino. Le dijo a José en un sueño: “No temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo” (Mateo 1:20).
Mediante la obediencia, experimentamos las bendiciones de una vida santa
Para María y José, la Navidad comenzó con someterse a Dios a pesar de los impensables desafíos emocionales que tenían ante sí. Se confiaron a Dios y a Sus promesas.
Pero el que guarda Su palabra, en él verdaderamente se ha perfeccionado el amor de Dios. En esto sabemos que estamos en Él.
─ 1 Juan 2:5
Al permitir que el Espíritu Santo nos transforme desde dentro, y cuanto más leemos la Palabra de Dios, y pasamos tiempo con Jesús en oración, más crecemos en obediencia y santidad como cristianos. En esto glorificamos a nuestro Padre celestial.
Que el amor de Dios llene nuestros corazones todos los días mientras caminamos con Él en obediencia y santidad por el poder de Su Espíritu Santo.
Señor, llena mi corazón de alegría por el regalo de Tu amor y perdón que se encuentra en Tu Hijo Jesús. Ayúdame a vivir una vida de obediencia para Tu gloria. En el nombre de Jesús, amén.
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2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.
El tema de este artículo es sobre la importancia de obedecer a Dios y cómo resulta en una vida de santidad.
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