La Palabra de Dios Nos Da Inspiración y Aliento                La Palabra de Dios Nos Da Inspiración y Aliento
Por Fe Andamos

Visítenos:

Twitter      YouTube      Por Fe Andamos Blog

La Palabra de Dios Nos Da Inspiración y Aliento

Debemos leer y estudiar la Biblia porque es totalmente confiable y sin error. La Biblia nos impide desperdiciar años de nuestra vida en lo que no importa, y no va a durar.

Un hotel en Singapur presentó un comedor exprés: ¡Come todo lo que puedas en 30 minutos y paga sólo la mitad del precio! Después de probarlo, un cliente informó: “Perdí el decoro y me llené la boca con comida en exceso. Me olvidé de mis buenos modales, y no tuve hambre el resto del día, ya que el ardor de estómago era terrible.”

Me parece que durante nuestro tiempo devocional, a veces tratamos la Palabra de Dios como si fuera un comedor exprés. La engullimos lo más rápido posible y nos preguntamos por qué no aprendimos mucho. Tal como con la comida física, ¡el alimento espiritual debe masticarse!

Los que somos creyentes desde hace mucho tiempo quizá tengamos la tendencia a leer con rapidez los pasajes que ya hemos leído muchas veces. Sin embargo, al hacerlo, no aprovechamos lo que Dios desea mostrarnos. Una señal evidente de esto se observa cuando no aprendemos nada nuevo de esa porción de la Escritura.

Meditaré en Tus preceptos, y consideraré Tus caminos. Me deleitaré en Tus estatutos, y no olvidaré Tu palabra.
─ Salmo 119:15,16

Así debe abordarse la Palabra de Dios: dedicar tiempo para meditar en ella. No nos acerquemos a la Biblia como si fuéramos a un comedor exprés. La única manera de obtener el máximo beneficio para nuestro bienestar espiritual es meditando en la Palabra de Dios. Leer la Biblia sin reflexionar es como comer sin masticar.

Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca.
─ Apocalipsis 1:3


Compartir artículo:
Facebook    Twitter    Pinterest    Tumblr    Reddit    LinkedIn    Google    Email

Por Fe Andamos

Nadie ha fomentado la oración más que Jesucristo. Los seguidores de Cristo recibieron tanto el aliento como la enseñanza para orar. Veían constantemente el ejemplo que el Señor daba en la oración, y notaron la relación directa entre el ministerio excepcional de Jesús y Su devota vida de oración.


No hay comentarios:

Publicar un comentario