La Defensa de La Fe
La mayor parte de personas correctamente rechazan creer algo sin pruebas. Dios quiere que tomemos un paso de fe a la luz de la evidencia, en lugar de saltar en la oscuridad.
A pesar de las labores diligentes de Epafras, la iglesia de Colosas estaba en peligro. Surgió una herejía grave y Epafras estaba tan preocupado por ella que viajó a Roma para visitar a Pablo en la cárcel para hablar de ella. La iglesia de Colosas aún no había sido infectada por esa herejía, y Pablo les advierte de sus peligros.
Los herejes, negando la humanidad de Cristo, vieron a Jesús como uno de los muchos seres espirituales que vienen de Dios. Ellos enseñaban una filosofía que los espíritus eran buenos y toda materia era mala. Por lo tanto, Cristo nunca podría asumir un cuerpo compuesto de materia mala. La idea de que Dios Mismo pudo hacerse hombre era una idea absurda para ellos. Así que debido a esto, los falsos maestros negaron Su deidad.
Según los herejes, Cristo no era aceptable para la salvación. La salvación requería un conocimiento superior, místico, secreto, más allá del evangelio de Cristo. También implicaba la adoración de ángeles y el mantenimiento de las leyes ceremoniales judías. Un creyente debe ser capaz de defender la fe de este tipo de pensamiento herético.
Sin duda, el aspecto más grave de la herejía de Colosas era su rechazo de la deidad de Cristo. Antes de llegar a los otros asuntos, Pablo hace una defensa enfática de esa doctrina fundamental. En el libro de Colosenses Pablo revela la verdadera identidad de nuestro Señor, viéndole con relación a Dios, el universo y la iglesia. Pablo practicó lo que predicaba; de hecho, la defensa de la fe fue su actividad regular (Filipenses 1:7).
Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía. Porque agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud (de la Deidad). ─ Colosenses 1:15-19
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