Viviendo Sin Egoísmo                              

Viviendo Sin Egoísmo

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El egoísmo siempre tiene su base en la mentira, por lo tanto, cuando actuamos egoístamente, estamos siendo influenciados por el padre de la mentira (Juan 8:44).

El egoísmo es la esencia del mal y es la mayor expresión de rebeldía contra Dios. Es una idea (mentira) que nos hace creer que tenemos derecho de hacer lo que se nos ocurra, aunque le causemos daño a otras personas o a nosotros mismos. El egoísmo es ese sentido de: “Tengo derecho a...”; o “me lo merezco.”

No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, 4 no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Haya, pues, en ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo también en Cristo Jesús. ─ Filipenses 2:3-5

El egoísmo no conoce límites, pues existe la idea de primero nosotros y luego los demás, sin importar lo que otros piensen o digan. Es muy importante que reconozcamos cuando actuamos egoístamente, pues podemos convertirnos en víctimas o victimarios.

Hace algunos años me encontré con dos hombres ricos durante la misma semana. Uno de ellos era un ex profesor de una universidad importante que a través de una serie de inversiones hizo millones de pesos. En el proceso, sin embargo, él perdió a su familia, su felicidad y su tranquilidad de espíritu y había envejecido mucho más allá de sus años. A veces el dinero puede hacernos egoístas; haciéndonos olvidar las cosas importantes de la vida.

El otro hombre, un pastor, también hizo algunas inversiones y adquirió gran riqueza, pero no estaba preocupado con sus inversiones. Debido a su independencia financiera, le dio a su iglesia a través de los años más de lo que le pagó por ser su pastor. Él es uno de los hombres más felices, más satisfechos y más piadosos que he conocido. La diferencia entre los dos hombres fue sus diferentes puntos de vista sobre la riqueza.

A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. Enséñales que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir, acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro, para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida. ─ 1 Timoteo 6:17-19

En Mateo 6:19 Jesús enseñó la manera correcta de ver la riqueza: “No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban.” Cuando usted acumula posesiones simplemente por sí mismo ─ esas posesiones se convierten en ídolos. Lo que Jesús quiere decir es: “La gente de mi reino no deben amasar fortunas o almacenar cosas por sí mismos.”

Colosenses 3:5 dice: “Por tanto, consideren los miembros de su cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.” Y luego encontramos esto en el libro de los Proverbios: “Adquirir sabiduría, cuánto mejor que el oro, y adquirir inteligencia es preferible a la plata.” (Proverbios 16:16)

La Biblia tiene las herramientas o principios para tratar con nuestro egoísmo, y la herramienta principal es el amor, pero tendremos que ejercitar la Palabra de Dios para desarrollar ese carácter, pues cuando practicamos sus principios lo conocemos a Él, por tal motivo: “El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.” (1 Juan 4:8)

¿Qué hay de usted? ¿Está usted interesado en extender el reino de Dios en vez de acumular posesiones por sí mismo? ¿Tiene usted el deseo de invertir en la eternidad y en las cosas del reino de Dios? ¿O simplemente quiere vivir por sí mismo?

Entonces, ya sea que coman, que beban, o que hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios. ─ 1 Corintios 10:31

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