Cuando el Bien y el Mal es Confundido
Si el hombre fue creado a imagen de Dios, ¿por qué prevalece tanto el pecado en nuestra sociedad?
La humanidad siempre ha sido experta en confundir el mal con el bien. Ese fue el problema de Adán y Eva en el Antiguo Testamento, y sigue siendo nuestro problema hoy.
La justicia social moderna a menudo difiere de la justicia de la Biblia. Dios no ha cambiado. Sus estándares no se han rebajado. Dios todavía llama a la inmoralidad un pecado. No hay fenómeno más sorprendente en nuestros días que la aceptación general del mal.
¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!
─ Isaías 5:20
Cuando la sociedad ignora las verdades de Dios, abundará la confusión
Durante el curso de la vida del profeta Isaías, el pueblo de Israel y de Judá lucharon con el pecado. Isaías pronunció advertencias y promesas de castigo al pueblo. “¡Ay de los que juntan casa con casa, y añaden campo a campo hasta que no queda sitio alguno...” (Isaías 5:8a).
Esto parece ser una referencia a los hombres ricos que robaban la propiedad de los pobres e indefensos. Algunos de ellos probablemente movieron el lindero de su vecino (los marcadores o vallas que separaban la propiedad de cada hombre).
Al hacerlo, sus bienes crecieron hasta que los pobres habían quedado sin nada. Isaías también condenó a los que estaban tan esclavizados por sus propias diversiones.
¡Ay de los que se levantan muy de mañana para ir tras la bebida, de los que trasnochan para que el vino los encienda! En sus banquetes hay lira y arpa, pandero y flauta, y vino, pero no contemplan las obras del Señor, ni ven la obra de Sus manos.
─ Isaías 5:11-12
El profeta no prohibió el entretenimiento, pero condenó a los que hicieron la diversión su dios. Esta es una advertencia sobria para nosotros en nuestra sociedad, donde el entretenimiento parece ser una prioridad, haciendo que muchos ni siquiera consideran a Dios y Su voluntad.
Por cuarenta años Me repugnó aquella generación, y dije: “Es un pueblo que se desvía en su corazón y no conocen Mis caminos. Por tanto, juré en Mi ira: Ciertamente no entrarán en Mi reposo.”
─ Salmos 95:10-11
Hoy en día la confusión entre lo bueno y lo malo es extrema
El problema fundamental que condujo a su forma de vida pecaminosa era la buena disposición del pueblo a adoptar un orden moral invertido. Cuando los corazones de los hombres se vuelven tan oscurecidos que abiertamente se deleitan en lo que es malo, el juicio del Señor está cerca.
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios. Y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? Y si el justo con dificultad se salva, ¿qué será del impío y del pecador?
─ 1 Pedro 4:17-18
El pueblo de Israel y de Judá vieron la ley de Dios como mal y el mal como justo (Isaías 5:20). El apóstol Pablo escribió acerca de las cosas en la vida que debemos buscar:
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten.
─ Filipenses 4:8
Los cristianos fieles que viven en sociedades pecaminosas deben suplicar a sus vecinos a arrepentirse, porque si el pueblo persiste en la aprobación de lo que es malo, entonces con el tiempo el juicio de Dios vendrá a pasar.
Oremos por nuestras familias, nuestras ciudades, y nuestra nación, para que Dios nos dé sabiduría para vivir como Jesús vivió.
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2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.
El tema de este artículo es sobre la confusión que tiene nuestra sociedad hoy en día entre lo que es bueno y lo que es malo y cómo eso afecta sus pensamientos y su moral.
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