Clavado En La Cruz

Pablo explicó que Jesús pagó el precio por nuestros pecados. Él dijo: “Habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz.” (Colosenses 2:14) Si confesamos nuestros pecados a Dios, buscando Su perdón, Él nos perdonará.

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. ─ 1 Juan 1:9

No tenemos que seguir sintiéndonos culpables. Nuestros pecados han sido clavado en la cruz; han sido quitados. Jesús los ha perdonado. La culpabilidad es una carga que Dios nunca tuvo la intención que tengan Sus hijos.

Y cuando ustedes estaban muertos en sus pecados y en la incircuncisión de su carne, Dios les dio vida juntamente con Cristo, habiéndonos perdonado todos los pecados. ─ Colosenses 2:13

                           
                             El Amor de Dios Por Nosotros

En Juan 15:13, Jesús dice: “Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.” La buena voluntad de hacer el mayor sacrificio para proteger a los demás muestra un corazón que se preocupa más por las necesidades de los demás que las necesidades de uno mismo. Alguien dijo una vez que “la medida del amor es lo que uno está dispuesto a renunciar para ello.”

Dios nos amó tanto que sacrificó a Su Hijo. Cristo nos amó tanto que Él dio Su vida. Nada expresa más claramente del amor de Dios que la cruz de Cristo.


Nuestro Padre Amoroso

Cuando nosotros como hijos de Dios vivimos en la fe, podemos tener una esperanza emocionante y una confianza tranquila que Dios nos dará exactamente lo que necesitamos, cuando lo necesitamos.

Pues si ustedes, siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que Le piden? ─ Mateo 7:11

El misionero William Carey declaró: “Espere grandes cosas de Dios. Intente grandes cosas para Dios.” Dios desea equiparnos perfectamente para lo que Él quiere que hagamos, y nos invita a todos a acercarnos confiadamente a Él para encontrar misericordia y gracia en cualquier ministerio en curso en el cual nos ha puesto.

Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. ─ Hebreos 4:16


Esforzándose Intensamente     

A veces se necesita mucho esfuerzo para interceder por un hermano en la fe. En Colosenses, Pablo se refiere a Epafras así: “...siervo de Jesucristo, les envía saludos, siempre esforzándose intensamente a favor de ustedes en sus oraciones, para que estén firmes, perfectos y completamente seguros en toda la voluntad de Dios.” (Colosenses 4:12b)

“Esforzándose intensamente” es la traducción de una palabra griega de donde obtenemos nuestra palabra agonía. Esa palabra fue usada al hablar de luchadores griegos cuando compitieron contra un oponente.   

Epafras intercedió por otros creyentes para que pudieran llegar a ser más maduros en su caminar con Cristo. Pidiendo a Dios para superar los obstáculos al crecimiento espiritual en la vida de los demás requiere nuestra concentración y disciplina.

Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres. ─ 1 Timoteo 2:1


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