¿Estás Contento?                                   

 Compartir en:

Por Fe Andamos

A menudo nos sentimos insatisfechos con la vida. ¿Cómo podemos aprender a estar contentos?

Si usted podría describirse a sí mismo, ¿qué palabra usaría usted? ¿Diría usted que es pacífico, tranquilo y satisfecho o tendría que admitir que está inquieto, ansioso y preocupado? Si pudiera volver al pasado y pedir al apóstol Pablo que palabra usaría para describirse, más probable es que él diría: "contento."

El contentamiento no se consigue fácil. De hecho, Pablo admitió que era algo que él tenía que aprender. Él dijo: "No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad. En todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad." (Filipenses 4:11,12)

Pablo decidió a poner su contentamiento en el Señor sin tener en cuenta sus circunstancias. Decidió, si era pobre o rico, estaba lleno o famélico, sufriendo dolor o saludable, que él estaría satisfecho con lo que Dios proveía. "Sea el carácter de ustedes sin avaricia, contentos con lo que tienen, porque Él mismo ha dicho: 'Nunca te dejaré ni te abandonaré.'" (Hebreos 13:5)

El que pone atención a la palabra hallará el bien, y el que confía en el Señor es bienaventurado. ─ Proverbios 16:20

La sociedad apoya nuestros sentimientos de descontento, tentándonos a comprar el producto más nuevo, el mejor coche o la ropa de moda. Pero recuerde, cuando nos quejamos, lo que realmente estamos haciendo es diciendole a Dios y a los demás que no estamos satisfechos con Su provisión.

En realidad, el verdadero contentamiento no proviene de lo que poseemos sino a Quien tenemos. Si usted tiene una relación con Jesús, ¡tiene todo lo que necesita! Jesús dijo: "Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas." (Mateo 6:33

Así que la próxima vez que se encuentre quejandose, cambie su queja a una alabanza. Usted encontrará, al igual que Pablo, que usted puede aprender a ser contento sin tener en cuenta sus circunstancias. "Al Señor he puesto continuamente delante de mí; porque está a mi diestra, permaneceré firme. Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; también mi carne morará segura." (Salmo 16:8,9)

Que podamos ser como Salomón, cuando él se contentó en buscar al Dios viviente, y se interesó sólo en adquirir sabiduría, discernimiento y juicio para obedecer a Dios. "Prueben y vean que el Señor es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia!" (Salmo 34:8)

Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento. ─ 1 Timoteo 6:6

Visítenos en:         

Cuando Nuestra Fe Agrada A Dios
¿Por qué tener fe? Dios diseñó una forma de distinguir entre aquellos que le pertenecen a Él y quienes no, y esto se llama la fe. Sin demostrar fe y confianza en Dios no tenemos lugar con Él. ¿Cómo puede mi fe agradar a Dios?   ...Ver vídeo


No hay comentarios:

Publicar un comentario