Maravillado Por el Perdón de Dios
El perdón de Dios es un regalo valioso que no se obtiene ni se da fácilmente. El perdón es esencial para la vida; nos libera de los errores del pasado y nos da esperanza para el futuro.
Mateo se describe a sí mismo como “Mateo, el recaudador de impuestos” (Mateo 10:3). Él es el único apóstol cuyo nombre se asocia con una profesión. Mateo nunca perdió su sentido de asombro sobre el perdón de Dios a través del Señor Jesucristo.
Mateo 9:1 nos dice que Jesús perdonó los pecados de un paralítico y luego lo sanó de su parálisis. Cuando los escribas judíos lo acusaron de blasfemia por afirmar tener la autoridad para perdonar pecados, Él les dijo:
...¿Por qué piensan mal en sus corazones? Porque, ¿qué es más fácil, decir: 'Tus pecados te son perdonados,' o decir: 'Levántate, y anda'?
─ Mateo 9:4b,5
Él quería que ellos supieran que Sus milagros testificaban de Su deidad. Como Dios, Él podía perdonar pecados tan fácilmente como podía sanar enfermedades.
Inmediatamente después de eso, Mateo dio el relato de su propia vocación. Es como si él quería que su propia salvación sirviera como un ejemplo de la capacidad de Cristo para perdonar incluso el más vil de los pecadores. “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
Yo, sí, yo solo, borraré tus pecados por amor a mí mismo y nunca volveré a pensar en ellos.
─ Isaías 43:25
Los fariseos cuestionaron la práctica de Jesús de asociar con los recaudadores de impuestos. “Al oír Jesús esto, dijo: 'Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. Pero vayan, y aprendan lo que significa: Misericordia quiero y no sacrificio; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.'” (Mateo 9:12,13) Los Fariseos estaban equivocados por razón de su pecado, pero pensaron que estaban espiritualmente saludables.
¡La maravilla del amor de Dios por nosotros! “Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia ustedes han sido salvados).” (Efesios 2:4,5) A través de Cristo somos perdonados y tenemos una nueva esperanza y un nuevo comienzo.
Pues Tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en misericordia para con todos los que Te invocan.
─ Salmos 86:5
Dios nos espera pacientemente, con amorosa compasión para perdonarnos cuando nos acercamos a Él con un corazón humilde. En Cristo, Dios nos ofrece todo y ni siquiera piensa en nuestro pasado pecaminoso.
Un hábito es una práctica regular, que a menudo es difícil de abandonar. Los hábitos pueden ser buenos, o pueden ser malos, como tendencias insalubres que nos hacen sentir atrapados. Los malos hábitos pueden ser muy frustrantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario