Cómo la Duda y el Orgullo Nos Hacen Daño

Cómo la Duda y el Orgullo Nos Hacen Daño

La duda y el orgullo pueden convertirse en obstáculos para alcanzar una mayor comprensión de nuestra fe y vida en Cristo.

Según la Biblia, cualquiera que peca es rebelde, y Romanos 3:23 nos dice que todos somos pecadores. Es comprensible que un incrédulo decida actuar sin tener en cuenta la enseñanza bíblica.

Pero, ¿qué de los que hemos dedicado nuestra vida a obedecer a Cristo? ¿Qué nos hace apartarnos de la voluntad de nuestro Padre celestial? ¿Y cuál podría ser el resultado de apartarse de Él?

Son sus pecados los que los han separado de Dios. A causa de esos pecados, Él se alejó y ya no los escuchará.
─ Isaías 59:2

Hay dos tendencias humanas muy fuertes que llevan a la desobediencia: la duda y el orgullo. Ambos pueden ser peligrosamente engañosos y puede resultar en una vida cristiana infructuosa.

Obedecer a Dios requiere que tengamos fe en Él

La duda es la lucha mental sobre si creer o no las promesas de Dios. Es un estado de incertidumbre en relación con las verdades y promesas de Dios que se encuentran en Su Palabra.

A veces sentimos que la forma en que Dios hace las cosas no parece ser la correcta para nosotros; por lo tanto, para obedecer a Dios debemos vivir por fe, porque vivir según los estándares humanos solo generará a más dudas, y eventualmente nuestra separación de Dios.

Hermanos, cuiden de que no haya entre ustedes ningún corazón pecaminoso e incrédulo, que los lleve a apartarse del Dios vivo.
─ Hebreos 3:12

Cuando dudamos de Dios podemos sentir como si nos estuviéramos lanzando desde un precipicio, confiando en la cuerda invisible de Dios que nos sostiene. Sin embargo, nuestro Dios es totalmente digno de confianza.

El orgullo es un obstáculo en nuestra relación con Dios

El orgullo es el pecado que llevó a Satanás a caer del cielo, y también es un obstáculo engañoso para el cristiano. Todo lo que hagamos motivados por el orgullo es rebeldía contra Dios.

La esencia del orgullo es el excesivo amor hacia uno mismo. El orgullo se manifiesta en una jactancia de los logros personales. Como creyentes, debemos recordar que sin la ayuda de Cristo, no podemos hacer nada que glorifique a Dios.

Yo soy la vid, ustedes las ramas; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer.
─ Juan 15:5

Lo que es realmente difícil de determinar es si nosotros mismos estamos sufriendo de este mal. A menudo, no estamos dispuestos a admitir que nos comportamos de una manera orgullosa.

Si nos arrepentimos, Dios perdonará nuestras dudas y orgullo

Sea cuál sea la causa, el pecado lleva a la muerte. El camino de Dios es la única vía que conduce a la satisfacción, la paz y la vida. Una vida arraigada en Cristo nos ayuda a lidiar con las dudas y el orgullo.

El enemigo quiere atraernos con la duda y el orgullo. ¡Dejá que Dios transforme vuestras dudas en una comprensión bíblica de lo que significa vivir en obediencia a Cristo al someter vuestra vida completamente a Él!

Pero debemos seguir las sabias palabras de Josué: “Y si no les parece bien servir al Señor, escojan hoy a quién han de servir ... Pero yo y mi casa, serviremos al Señor” (Josué 24:15).



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Si nos damos cuenta de que Dios mismo siempre ve nuestros pecados secretos, podríamos estar menos inclinados a pensar en ellos tan a la ligera.

2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.

El tema de este artículo es acerca de los peligros del orgullo y la duda en la vida de un creyente en Jesucristo y cómo la Biblia nos instruye a vivir para Dios.


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