7 Señales de un Ataque Espiritual

7 Señales de un Ataque Espiritual

La clave para pelear nuestras batallas espirituales está en Efesios 6:10-18. Pablo comienza diciendo que debemos ser fortalecidos en el Señor por Su poder.

Cada creyente lucha en diferentes momentos con ataques espirituales a pesar de que no siempre los reconocemos como procedentes del diablo. Cuando tenemos problemas, a veces culpamos a nuestras circunstancias, familiares, amigos, y a veces hasta Dios.

Sin embargo, Satanás es un experto en engaños que instiga problemas y desaparece antes de que alguien reconozca sus maquinaciones. Por eso es de suma importancia permanecer en Cristo.

Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes (gobernantes) de este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes.
─ Efesios 6:12

Si reconocemos las señales de un ataque espiritual, no vamos a perder el tiempo culpando a las personas; en su lugar nos enfocamos en tratar con el diablo según la Escritura.

A continuación se presentan 7 señales de un ataque espiritual

(Estas 7 señales ocurrirán ya sea que estemos bajo un ataque espiritual de fuerzas demoníacas o simplemente luchando contra la naturaleza pecaminosa en nosotros mismos. Siempre debemos confiar en Dios, especialmente durante estos ataques).

1) Cuando luchas con pensamientos que van en contra de enseñanzas bíblicas.
Si no hemos aprendido a disciplinar nuestras mentes de acuerdo a la Palabra de Dios, nuestros pensamientos pueden ser influenciados por Satanás. Incluso si somos disciplinados espiritualmente, todavía es posible encontrarnos luchando con pensamientos pecaminosos.

R.C. Sproul, del ministerio cristiano Ligonier, dijo: “Debido a nuestra pecaminosidad tenemos enemistad hacia Dios, es decir, no queremos tenerlo ni siquiera en nuestro pensamiento, y esta actitud es de hostilidad hacia el hecho mismo de que Dios nos ordena obedecer Su voluntad.”

Debemos reconocer que los pensamientos pecaminosos no proceden de Dios y es probable que nos son dados por Satanás quien toma ventaja de que nuestra carne es débil (Marcos 14:38).

Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; destruyendo argumentos y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo.
─ 2 Corintios 10:4-5

2) Cuando usted lucha con sentimientos abrumadores de desaliento.
Nuestro sentido de preocupación crece durante nuestros tiempos de adversidad. Muchas veces oramos, ayunamos, y estudiamos la Palabra de Dios para encontrar la paz en medio de los problemas.

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Sin embargo, a veces tenemos momentos en los que nos sentimos muy desanimados y sin fuerzas para seguir adelante. En esos momentos debemos clamar a Dios para que Él nos pueda dar la gracia que necesitamos para seguir adelante.

3) Cuando usted lucha en sus relaciones.
Incluso cuando tratamos de vivir en paz con todos, es posible que tengamos que tratar con personas que causan divisiones, distracciones y disputas en nuestras vidas. Estos podrían ser familiares, compañeros de trabajo, o incluso hermanos en la fe.

Necesitamos orar por ellos y pedirle a Dios que nos dé la sabiduría y la paciencia para tratar con ellos de una manera que Le agrade.

Con toda oración y súplica oren en todo tiempo en el Espíritu, y así, velen con toda perseverancia y súplica por todos los santos.
─ Efesios 6:18

4) Cuando usted lucha con dormir a causa de ansiedades o pesadillas.
Por lo general nos sentimos mejor cuando estamos saludables y podemos tener una buena noche de descanso. No obstante, Satanás puede causar que seamos despertados durante la noche con sueños o ansiedades preocupantes.

Puede ser útil recordar estos dos versículos en estos casos: “Yo me acosté y me dormí; desperté, pues el Señor me sostiene” (Salmos 3:5). “En paz me acostaré y así también dormiré, porque sólo Tú, Señor, me haces vivir seguro” (Salmos 4:8).

5) Cuando luchas con las tentaciones de vuestro pasado.
Justo cuando pensaste que derrotaste una tentación pasada, vuelve de nuevo para hacerte caer espiritualmente. Debemos aferrarnos a nuestro primer amor, Jesucristo, y no dar excusas para volver a nuestra antigua manera de vivir.

No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres. Fiel es Dios, que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que puedan resistirla.
─ 1 Corintios 10:13

6) Cuando usted lucha con preocupaciones, dudas y temores cada día.
La preocupación, la duda y el temor siempre están listos para hacernos daño si permitimos que se apoderen de nuestro corazón y nuestra mente. Nuestros corazones y mentes deben estar completamente concentrados en la Palabra de Dios y Su fidelidad a pesar de las dificultades que enfrentamos.

Por nada estén inquietos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.
─ Filipenses 4:6-7

7) Cuando usted lucha para orar regularmente.
Lo que Satanás quiere sobre todo es que el pueblo de Dios deje de orar con regularidad. Nuestras oraciones dificultan su trabajo en el mundo.

A menudo subestimamos el poder de la oración y comenzamos a descuidar el fervor y la constancia de la oración. “La oración eficaz del justo puede lograr mucho” (Santiago 5:16).

A veces sólo queremos poner fin a la lucha que estamos experimentando. Queremos rendirnos y alejarnos, pero tenemos que seguir luchando como soldados fieles y dignos de Cristo. Dios siempre está con nosotros para ayudarnos. Él mismo nos ha dicho: “Nunca te dejaré ni te abandonaré” (Hebreos 13:5).

En Resumen: ¿Cuáles son las cosas principales que debemos recordar para obtener el éxito en la guerra espiritual? Primero, que nos apoyemos en el poder de Dios, no en el nuestro. En segundo lugar, siempre debemos protegernos con la armadura de Dios. Tercero, si reprendemos a los espíritus malignos, debemos reprenderlos en el nombre de Jesús. Cuarto, en todas nuestras batallas debemos usar la espada del Espíritu, la Palabra de Dios.

Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó.
─ Romanos 8:37



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2 Corintios 5:7 ─ Porque por fe andamos, no por vista.

El tema de este artículo son los ataques espirituales que los cristianos enfrentan de Satanás y sus demonios.


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